Tras una larga jornada en la escuela o en la guardería, es posible que su hijo sufra lo que se conoce como "crisis después de clase". A lo largo del día, los niños tienen que seguir instrucciones, cumplir rutinas y gestionar sus emociones en entornos nuevos y a veces estresantes. Cuando vuelven a casa, a un lugar donde se sienten seguros, pueden dejar que afloren todas las emociones que han estado conteniendo. Esta liberación súbita de estrés y emociones se denomina "crisis después de clase" o "colapso de contención".
Consejos útiles:
Aporte calma a la situación
Como adultos, conocer los horarios de los niños nos ayuda a anticiparnos y prepararnos para posibles crisis. Este conocimiento nos permite, como padres y cuidadores, aportar calma a esa primera interacción después de clase. Usted sabe a qué hora baja su hijo del autobús o lo pasan a buscar. Tomarnos unos minutos para concentrarnos antes de recibirlo, ya sea respirando hondo, escuchando una canción que nos relaje o dejando a un lado las distracciones, nos ayuda a estar plenamente presentes y a apoyarlo durante esta importante transición.
Cree una rutina relajante
Establezca una rutina tranquila y predecible para cuando su hijo llegue a casa o muestre signos de estrés. Esta rutina puede incluir actividades relajantes como leer, dibujar o escuchar música. Disponga de un espacio acogedor donde pueda relajarse y descansar. Puede ser útil que su hijo participe en la creación de esta rutina y en la elección de su espacio de relajación y de lo que puede haber en él. Recuerde hacerlo con antelación, ya que es difícil pensar en ideas para calmarse cuando uno ya está estresado.
- Pruebe decirle: "Sé que a veces, cuando vuelves a casa de la guardería/escuela, necesitas un poco de tiempo para ti y para relajarte. Vamos a preparar algunas cosas para ayudarte. ¿Se te ocurre algo acogedor para tener aquí? ¿Qué tal algo para hacer que te ayude a sentirte tranquilo?"
Actividad física -
Es posible que algunos niños necesiten mover el cuerpo y estar físicamente activos al volver a casa de la escuela para liberar la energía y el estrés acumulados. Anímelos a realizar actividades como saltar en una cama elástica, andar en bicicleta, jugar al aire libre o incluso organizar una fiesta bailable. La actividad física puede ayudarles a liberarse de la tensión del día y a recuperarse emocionalmente, lo que les facilitará la transición a la rutina nocturna sintiéndose más tranquilos y concentrados.
Enséñele estrategias de afrontamiento
Puede enseñarle formas sencillas de afrontar el estrés, como respirar hondo, contar hasta 10, sostener un juguete reconfortante o abrazar a un ser querido o a una mascota, o imaginarse un lugar tranquilo. Asegúrese de que a su hijo le resulte fácil utilizar estas estrategias en momentos de angustia. Practique estas estrategias cuando su hijo esté tranquilo para que le resulten familiares y pueda utilizarlas cuando esté alterado.
- Pruébelo: La mayoría de los niños pequeños necesitan el apoyo de sus adultos de confianza para realizar estas actividades. Siéntese con su hijo en su regazo o a su lado. Si puede, siéntese derecho y con los hombros hacia atrás. Respire hondo un par de veces: inhale por la nariz durante 5 segundos y exhale por la boca durante 5 segundos. Invite a su hijo a participar con usted, pero no reaccione si no lo hace. El niño aprenderá con solo observarlo.
- "¿Quieres respirar hondo conmigo?"
- "Inténtalo".
- "Hago de cuenta que hay un globo que estoy tratando de llenar".
- "¿Puedes soplar sobre ese juguete hasta que llegue allí?"
- "Inhalo... y exhalo... me hace sentir más tranquilo".
Tras una crisis después de clase
Cuando el niño se haya calmado, podrán hablar de lo que ha sucedido y de cómo se siente. Puede ser más tarde, antes de acostarse, en un paseo con usted solo (sin sus hermanos) o en otro momento tranquilo. Hablar brevemente del tema desde su perspectiva le ayudará a entender y a hablar de sus emociones. Por ejemplo, usted puede contarle que empezó a alterarse y nombrar las emociones que sintió y lo que hizo para tranquilizarse. Es normal que usted también se haya sentido frustrado en ese momento: contarle lo que sentía puede ayudarle al niño a ver que todo el mundo tiene emociones. Hágale saber que usted lo quiere pase lo que pase y que está bien conversar de los sentimientos. Es posible que los niños pequeños aún no sean capaces de reflexionar sobre lo que estaban pensando y sintiendo en ese momento. Si su hijo no quiere hablar de sus propios sentimientos o comportamientos, déjelo pasar y siga adelante con su día.
Ideas de libros infantiles:
- My Body Sends a Signal (Mi cuerpo envía una señal), de Natalia Maguire (Lectura en voz alta)
- Este libro ayuda a reconocer las emociones que sienten y a expresarlas a los demás.
- B is for Breathe (B de Breathe [Respirar]), de la Dra. Melissa Munro Boyd (Lectura en voz alta)
- Este libro ayuda a enseñar a los niños diversas habilidades de afrontamiento.
- My Peaceful Place (Mi lugar de paz), de la Dra. Natalie Nordlund (Lectura en voz alta)
- Se presenta a los niños la estrategia de imágenes guiadas que consiste en visualizar su propio lugar especial de paz con todos sus sentidos cuando experimentan grandes emociones.
Videos útiles:
- Elmo gestiona sus emociones con "Me doy cuenta, siento, puedo"
- En este video, Elmo y su padre les enseñan a los niños a entender sus sentimientos y a gestionar las emociones difíciles mediante una sencilla estrategia de tres pasos: "Me doy cuenta, siento, puedo".
- Belly Breathe (Respiración abdominal), canción de Plaza Sésamo con Common y Colbie Caillat
- En esta canción, se enseña a los niños a hacer la respiración abdominal cuando necesitan "calmar a su monstruo".
- Bubble Breath (Respiración de burbuja), un video de GoNoodle
- Un video que guía a los niños para que hagan "respiraciones de burbuja" profundas, tanto en inglés como en español.
- Be the Pond (Ser el estaque), un video de Cosmic Kids Zen Den
- Este video ayuda a explicar de forma amena para los niños que no somos lo mismo que nuestros sentimientos. Ellos van y vienen, y podemos observarlos sin dejarnos arrastrar por ellos. Se presenta la metáfora de que nuestra mente es como un estanque lleno de peces y que los peces son nuestros sentimientos. Si recordamos que debemos ser el estanque ("Be The Pond") (y no los peces), podemos dejar que esos sentimientos naden a nuestro alrededor.
[KC1]Yo diría: "Puede enseñarle a su hijo formas sencillas y eficaces de afrontar el estrés, como respirar hondo, contar hasta diez, sostener un juguete reconfortante o abrazar a un ser querido o a una mascota, o imaginar un lugar tranquilo. Elija estrategias que a su hijo le resulten fáciles de utilizar en momentos de angustia. Practicar estas técnicas juntos cuando su hijo está tranquilo le ayudará a que le resulten familiares y más accesibles cuando se sienta alterado".